La presencia gana la batalla a la libertad en Valencia
La libertad de expresión está sometida a una serie de
normas, razones que pueden ser comprendidas por todos los ciudadanos, sobre
todo en el caso que atente a otros principios como el derecho al honor, a la
intimidad o a la protección de los menores pero ¿hasta dónde pueden o deberían
establecerse estos límites?
El pasado miércoles en Les Corts valencianes se reabrió
este debate cuando Mónica Oltra, diputada y portavoz del grupo Compromís fue
expulsada del hemiciclo por llevar una camiseta donde podía leerse: “No nos
falta dinero, nos sobran chorizos”. Esta camiseta según Cotino, presidente de
Les Corts, no era adecuada al decoro de la Cámara, y raíz de esto se produjo un
gran revuelo en el pleno y acto seguido los diputados de los tres grupos de la
oposición -PSPV, Compromís y EUPV- se decidieron a abandonar el edificio de Les
Corts.
No ha sido la primera vez que el
presidente de Les Corts ha expulsado a diputados de la sala pues hace menos de
un mes, el 18 de enero, fueron echados de la Cámara miembros de Compromís y
EUPV al llevar petos de apoyo al Parke Alkosa. En aquella ocasión se invitó a
quienes la portaban a que, antes de ser llamados al orden, “corrigieran esa
situación” abandonando los diputados la sesión y reintegrándose
más tarde.
Es comprensible que Juan Cotino,
como presidente de Les Corts, mantenga el orden durante las sesiones e intente
conservar el decoro de la institución pero para ello jamás debería atentar
contra el derecho de libertad de expresión de una persona puesto a que vivimos
en un país democrático donde todas las opiniones deben ser respetadas aunque no
se compartan y cualquiera es libre de llevar las “letras” que considere
oportunas en una camiseta. Como la propia Mónica Oltra dijo en una entrevista
del periódico Público: “yo no estoy en Les Corts
para discutir con el señor Cotino sobre mi forma de vestir. ¿Qué pasa, que me
tengo que vestir de Carolina Herrera como las diputadas del PP? A mí no me da
la gana”.
La diputada de
Compromís no alude a nadie con su camiseta y aunque alguna voces opinen que no
es un vestuario acorde a la Cámara creo que nadie debe tener porqué decir que
una camiseta negra de manga corta y sin escotes falta al decoro simplemente por
tener “unas letras” poco acertadas.
¿Dónde queda
recogida aquí la libertad? ¿Quién decide que es correcto y qué no lo es? Me
molestan estos atentados contra lo que considero injusto, vivimos en un país
lleno de derechos y libertades pero en ocasiones se nos olvida que todos
debemos tener libre acceso a esos ideales democráticos y debemos respetar
aquello que compartimos pero también lo que no, ahí reside el ideal del estado
de derecho.
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